"Casi todos los hombres y las mujeres viven sumergidos en la esfera de sus intereses subjetivos, algunos, sin duda, bellos y respetables, y son incapaces de sentir el ansia emigratoria hacia el más allá de sí mismos. Contentos o maltratados por el detalle de lo que los rodea, viven, en definitiva, satisfechos con la linea de su horizonte y no hechan de menos las vagas posibilidades que a ultranza pueda hacer. Semejante tesitura es incompatible con la curiosidad radical, que es, a la postre, un inalcansable instinto de emigraciones, un bronco afán de ir desde sí mismos a lo otro."
Ortega y Gasset. Estudios sobre el amor.