"Aquellos que fueron vistos bailando eran considerados locos por aquellos que no podian escuchar la musica" F.N.

7.17.2012

La sabiduría de Kirilov

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Grigoreiev - ¿Se acuesta usted de madrugada?
Kirilov - Siempre. Desde hace tiempo. De noche, reflexiono.
Grigoreiev - ¿Toda la noche?
Kirilov - Si. Es necesario. ¿Comprende usted? Me intereso por las razones por las cuales los hombres no se atreven a matarse.
Grigoreiev - ¿No se atreven? ¿Le parece a usted que no hay bastantes suicidios?
Kirilov - Normalmente, deberían haber muchos más.
Grigoreiev - ¿Y qué es lo que le impide a la gente suicidarse, según usted?
Kirilov - El sufrimiento. Los que se matan por locura o desesperación no piensan en el sufrimiento. Pero los que se matan por razón piensan en eso, forzosamente.
Grigoreiev - ¿Cómo? ¿Hay gente que se mata por razón?
Kirilov - Mucha. Sin el sufrimiento y los prejuicios, habría muchos más, un gran número, todos los hombres, sin duda.
Grigoreiev - ¿Qué?
Kirilov - Pero la idea de que van a sufrir les impide matarse. Hasta cuando sabe uno que no hay sufrimiento, la idea queda. Imagínese que una piedra grande como una casa cayera sobre usted. Usted no tendría tiempo de sentir nada, de sufrir de veras. Pero así y todo, uno tiene miedo y retrocede. Es interesante.
Grigoreiev - Ha de haber otra razón.
Kirilov - Sí. El otro mundo.
Grigoreiev - Quiere decir el castigo.
Kirilov - No. El otro mundo. Uno cree que hay una razón para vivir.
Grigoreiev - ¿Y no la hay?
Kirilov - No. No la hay, y por eso somos libres. Vivir o morir es indiferente.
Grigoreiev - ¿Cómo puede decir eso con tanta calma?
Kirilov - No me gusta pelear y no me río nunca.
Grigoreiev - El hombre teme la muerte porque ama la vida, porque la vida es buena. Eso es todo.
Kirilov - ¡Es una cobardía! ¡Una cobardía, nada más! ¡La vida no es buena! ¡Y el otro mundo no existe! Dios es sólo un fantasma suscitado por el miedo de la muerte y del sufrimiento. Para ser libre, hay que vencer el sufrimiento y el terror, hay que matarse. Entonces, ya no habrá Dios y el hombre por fin será libre. Entonces se dividirá la historia en dos partes: del gorila a la destrucción de Dios y de la destrucción de Dios...
Grigoreiev - Al gorila.
Kirilov - A la divinización del hombre. El que se atreve a matarse, ése, es Dios.. Nadie ha pensado todavía eso. Yo, si.
Grigoreiev - Ha habido millones de suicidas.
Kirilov - Nunca por eso. Siempre con temor. Nunca para matar el temor. El que se matara para matar el temor, en ese mismo instante, sería Dios.
(...)"-

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Stavroguin - ¿Usted cree en la vida futura?
Kirilov - No creo en la vida futura eterna. Creo en la vida eterna aquí mismo.
Stavroguin - ¿Aquí mismo?
Kirilov - Si. Ciertos instantes. Una alegría que si durara más de cinco minutos nos mataría.
(...)"-

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Kirilov - Somos dos miserables. Yo voy a matarme y tu vivirás.
Pedro - Claro que viviré. Yo soy cobarde. Es cosa despreciable, lo sé.
Kirilov - Sí, sí, es despreciable. Escucha. ¿Recuerdas lo que el Crucificado le dijo al ladrón que estaba a su derecha? "De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el Paraíso." El día se terminó y no hubo ni Paraíso ni Resurrección. Y sin embargo, ese hombre era el más grande de toda la tierra. El planeta y todo lo que hay encima no es sino locura sin ese hombre. ¡Pues bien! Si las leyes de la naturaleza no han respetado a semejante hombre, si ellas lo han obligado a vivir en la mentira y a morir para una mentira, entonces todo este planeta no es más que mentira. ¿A qué vivir, entonces? Contéstame, si eres un hombre.
Pedro - ¡Claro! ¡A qué vivir! He comprendido muy bien su punto de vista. Si Dios es una mentira, entonces estamos solos y somos libres. Usted se mata, usted prueba que es libre, y ya no hay Dios. Pero para eso tiene que matarse.
Kirilov - Has comprendido. ¡Ah!, todo el mundo comprenderá si hasta un crápula como tú puede comprender. Pero alguien tiene que empezar y matarse para probarles a los demás la terrible libertad del hombre.
(...)"-
Los poseídos. Albert Camus. 
(adaptación teatral del original de Dostoiewsky. Traducción de Victoria Ocampo.)


Dios ha muerto. El hombre lo ha matado.
F.N.